De origen estadounidense, los huevos Benedict son una especie de huevos escalfados con jamón sobre pan o muffin inglés tostado y coronados con mucha salsa holandesa. Los huevos Benedict saben a ambrosía y son bastante fáciles de preparar en casa, de hecho en este artículo voy a enseñarte cómo prepararlos.
Truco para preparar los huevos Benedict perfectos
Los huevos Benedict se preparan cociéndolos brevemente en agua por debajo de su punto de ebullición. De esta manera se cuaja la clara pero no la yema, que queda líquida.
Una cosa tenemos que tener en cuenta, para conseguir un huevo Benedict perfecto, con su clara y su yema unidas en una forma compacta y no en un revoltijo, tenemos que utilizar huevos muy frescos. Entiendo que es muy difícil utiliza huevos recién salidos de la gallina, semejante frescura no está al alcance de todos, podemos usar un truco genial: colar el huevo. Se casca encima de un colador, tal y como muestro en la imagen de abajo.
El agua tiene que estar caliente pero sin llegar a hervir, basta con sumergir el huevo durante tres minutos a 80 ºC para coagular la clara externa sin cocinar la yema. Para realizar esta importantísima tarea os recomiendo que utilicéis un termómetro de cocina.
Si ya habéis preparado huevos escalfados sabréis que existen dos trucos que nos asegurarán el éxito:
- Añadir vinagre al agua.
- Remover el agua en círculos, creando un remolino antes de añadir el huevo.
Hay que reconocer que la parte estética de preparar huevos Benedict es la más complicada, porque a pesar de tus esfuerzos puede que de cada cinco huevos Benedict te queden bonitos dos. Así que vamos a resumir los factores que debemos tener en cuenta a la hora de preparar esos huevos Benedict que tanto hemos visto en las películas:
- Usar los huevos más frescos posibles.
- Utilizar el colador o espumadera para deshacernos de la clara más líquida.
- Usar una cazuela grande.
- Procurar que el agua no llegue a hervir, debe permanecer a 80º. Para ello lo mejor es utilizar un termómetro de cocina.
- Debes ver obligatoriamente este vídeo de Heston donde lo explica todo mejor que yo. Te lo dejo aquí abajo.
Salsa Holandesa
La salsa holandesa es una emulsión de mantequilla con zumo de limón y yema de huevo. Así puesto parece que es sencilla, pero requiere una ardua tarea a nivel molecular ya que no sólo hace falta formar la emulsión entre dos elementos contrarios (mantequilla y el zumo de limón) también debemos impedir que se se vuelvan a repeler entre sí.
Para conseguir una buena salsa Holandesa hay que batir con energía a la vez que la salsa se calienta, pero no demasiado, para que la dichosa yema espese pero no se cueza.
A continuación te pongo los pasos que debes seguir para preparar la tan esperada salsa holandesa:
- Echar en un cazo la yema de huevo, el limón, el agua y la sal. Batir con unas varillas.
- Poner el cazo a fuego bajo y agregar un trozo pequeño de mantequilla. En cuanto empiece a disolverse, remover con las varillas y añadir el resto de la mantequilla.
- Seguir batiendo, con cuidado de no subir la temperatura del fuego y vigilando que no se cree vapor.
- Apartar el cazo del calor de vez en cuando y batir con energía. En cuanto las varillas dejen surcos en el fondo, calentar un poco más hasta conseguir una consistencia cremosa. Verter la salsa en un recipiente tibio, para que no se solidifique la mantequilla
Los huevos Benedict se preparan con jamón cocido que se pasa previamente por la plancha para que no esté frío. Una recomendación que os hago es que probéis a prepararlos con salmón ahumado, una verdadera exquisitez.